Entrevista a Kim Densalat: "El ser humano tiene que tener un punto de crueldad"...

Hola a tod@s!

Aquí os dejo con una antrevista que le hicieron a Kim Densalat, un escritor ampurdanés que acaba de publicar "La invitación", su debut editorial con una historia transgresora de vampiros con la que critica la sociedad occidental.

Kim Densalat asegura tener 800 años de los que ha pasado media vida en los límites. Más allá del guiño que el escritor pueda hacer para vender mejor el vampiro que protagoniza su primera novela, lo cierto es que Densalat ha acumulado a lo largo de este tiempo vivencias plagadas de adrenalina, como en su etapa de instructor de paracaidismo en Empuriabrava. Hace 15 años decidió divertirse escribiendo un libro de vampiros que rompe con la estética actual que impera en la literatura y el cine para adolescentes. Densalat se aprovecha de uno de los mitos que forman parte de todas las culturas para criticar la sociedad occidental y exponer sus principios. Lo hace en una trilogía que tiene como punto de partida el libro que acaba de publicar, La invitación, una novela de misterio, sexo y crueldad escrita con un lenguaje cinematográfico, mordaz e irónico y que bebe de clásicos filosóficos como Epicuro, Schopenhauer o Nietzsche. Y es que para Densalat, el vampiro es un personaje que nos atrae porque hace lo que a todos nos gustaría hacer en un momento de nuestra vida.

Atrévete… a leer la entrevista.

-Da la sensación leyendo el libro que usted ha decidido refugiarse en un personaje de ficción, como es un vampiro, para poder hablar de lo prohibido...¿Compra la teoría?
-Has acertado plenamente. Siempre he sido un poco transgresor y me ha gustado pasearme por los límites. El problema es que muchas veces los límites no tienen límites y me hubiera gustado ir un paso más allá. Como no he podido, he creado un personaje que lo haga por mí.

-Un vampiro que no tiene nada que ver con el personaje que actualmente describen libros, películas o series de las que hay actualmente ¿Está en contra de esta nueva imagen más romántica a la que ha sido sometido el vampiro?
-No estoy en contra de nada, que cada uno haga lo que quiera. Primero he escrito esta novela para pasármelo bien, aunque es cierto es que si a alguien le interesa también hay una segunda y tercera parte, pero mi principal premisa es pasármelo bien escribiendo. Si ahora me encargaran una novela de amor, diría que no porque me aburriría haciéndola.

-¿Por qué ha escogido a un vampiro como protagonista de su trilogía?
-Porque es transgresor. Un vampiro es un mito que existe en todas las culturas de la historia de la humanidad. Lo que sucede es que a partir del romanticismo convirtieron al vampiro en un tío guapo y romántico. Pero pienso que los vampiros interesan a la gente porque son transgresores.

-Y que busca justicia. ¿Es malo?
-No, porque la pregunta es, ¿qué es el bien y el mal? Olvidémonos de la concepción del mal como una cosa teológica. Si haces una aproximación de lo que es el ser humano verás que es un animal más de los que hay por la tierra pero con una cualidad distinta a los demás, y es que tiene imaginación, nada más. ¿Esta imaginación es la responsable de que luego hagamos cosas malas o es que el mal es una entidad exterior al ser humano tal y como aseguran las religiones? No lo sé, lo que yo he intentando es escribir con una cierta lógica. Por ejemplo, en el caso del vampiro sé que es un personaje que tiene cierta vida eterna, por lo que no se dedicará a hacer chorradas, si vives muchos años no irás por ahí haciendo el pardillo, no sería lógico. Así que tiene un punto de crueldad, exactamente igual que los humanos.

-También es extremadamente irónico. Su vampiro utiliza símbolos cristianos para cumplir sus objetivos, ¿es usted un provocador?
-No, es que es algo lógico, vivimos en una sociedad influenciada por la cultura judía-cristiana, y aunque uno no quiera, acaba siempre rodeándose de los símbolos de esta cultura. El vampiro que he diseñado nació en los Pirineos hace unos mil años y es normal que esté influenciado por esta cultura. De hecho, está dentro de esta cultura aunque no lo quiera y por ello utiliza símbolos, palabras o conceptos propios del cristianismo.

-En el libro aparecen personajes con un perfil científico que niegan la existencia de los vampiros. Es la lucha de la ciencia contra la fe…
-Sí, tengo estudios científicos universitarios y en mis libros siempre intento contrarrestar la religión y la fe con la teoría ya que creo que todo tiene una explicación científica y no la puedo dejar de lado.

-¿Qué tiene su vampiro, Dragone, de Kim Densalat?
-Siempre he tenido un perfil transgresor y lástima que no lo haya podido traer hasta las últimas consecuencias, y a partir de aquí extrapolo. Aún así, pienso que todos tenemos dentro este perfil transgresor porque la cultura no es más que un proceso de domesticación del animal a humano. Antes hacían espectáculos de gladiadores o quemaban gente y hoy en día ponen a gente corriendo detrás de una pelota. Hasta aquí bien, pero luego hay una segunda cuestión, y es que el estado cada vez tiene una presencia más grande, no puedes correr, ni fumar, ni creer y cada vez hay más prohibiciones. Con esta situación, pienso que a todos los humanos les gustaría decir alguna vez "id a hacer puñetas". Como no puedes, trasladas todas tus ansias a un mito, también forma parte de la historia de la humanidad.

-¿Dragone odia a la humanidad o a la gente que quiere poder?
- Tal y como lo he dibujado él odia a la civilización actual. Su primera vida transcurre en la Catalunya Norte, donde había una sociedad muy diferente a la de otros lugares en la Edad Media, hasta el punto que en Occitània era el único lugar donde no hacía falta ser noble para ser caballero. Y ser caballero no sólo significaba dominar la espada, sino también las artes, es un tipo de caballero muy distinto al que nos habían acostumbrado. Este era un mundo que gustaba mucho a Dragone, desapareció y él odia lo que ha quedado.

-¿Tiene usted alguna crítica a hacerle a Dragone?
-La verdad es que no lo he pensado y si hubiera algo que no me gustara me lo habría cargado en el proceso de escribir el libro. Dragone es un personaje con mucha ironía, un lenguaje afilado y su punto de crueldad que pienso que es necesario que tenga todo el mundo, porque si el ser humano no tiene un poco de crueldad los depredadores que hay entre los propios humanos se lo comerán en dos días.

-Él desafía los tres grandes poderes de la humanidad, como son la política, la economía y la religión. ¿Hay alguien capaz de hacerlo actualmente?
No, es imposible, porque Dragone no tiene cara, no tiene nombre, se identifica con un apodo, nadie sabe dónde vive, no tiene DNI, y este es su verdadero poder. Todas las personas que están en este mundo y que tienen cara y nombre y quieren ir contra el sistema lo tienen muy mal porque el sistema se las carga. Hoy en día nadie puede ir contra el sistema, como mucho, será el propio sistema el que acabe colapsado.

-La única forma es inventarse un personaje que no es real y, ¿que sabe amar?
-¿Qué entiendes por amar?

-Sentir amor por los demás, digo yo.
-¿Y el amor qué es? Hay quien dice que es una enfermedad.

-Se lo diré de forma ya que veo que me torea, ¿su vampiro tiene sentimientos? Con algunos humanos hace excepciones y los aleja del mal…
-Él dice en algún momento del libro que los estúpidos no tienen derecho a vivir y mucho menos a la inmortalidad. Si extrapolas esta frase verás que los que no son estúpidos sí que tienen derecho a vivir.

-¿Cree que la inmortalidad es un premio para los humanos?
-¿No es lo que prometen todas las religiones? La vida eterna.

-Y yo le pregunto, ¿cree que estaríamos bien con esa vida eterna?
-En todas las culturas hay leyendas sobre una minoría de inmortales. ¿Por qué hay esta necesidad de creer que hay gente que sí que lo ha logrado? Hay que analizar la historia de las religiones. Hace cuatro o cinco mil años la esperanza de vida era muy baja, la gente vivía pocos años y esa gente, de alguna manera, necesitaba crear Dioses. La única posibilidad que tenía era culpar de sus desgracias o de su pequeña suerte a algo exterior. ¿Más tarde qué pasó? Hablamos de una sociedad formada por amos y esclavos y con una esperanza de vida bajísima. Empieza a salir gente de distintas partes del mundo que alerta de esta situación y se produce un cierto humanismo que quiere combatir este esquema de sociedad. En el caso del cristianismo el mensaje es claro, todos somos iguales porque todos somos hijos de Dios, así que no existen amos y esclavos y todos tenemos los mismos derechos. ¡Qué gran verdad!

-¿Y qué problema hay?
-Que otra cosa es lo que han hecho con el paso del tiempo grandes grupos poderosos en base a estas ideas tan impresionantes expuestas años atrás. Y otra gran cuestión es la de la vida eterna. Todos somos iguales y el gran premio es la vida eterna, el mensaje no podía fallar. Y yo no digo que sea un mensaje falso, porque no lo sé. Tengo 800 años, soy un hombre sin edad y he llegado a la conclusión de que por más que piense que sé algo, cada vez tengo más dudas de todo.

-¿También duda sobre la existencia de los vampiros?
-Puede ser que existan, a ver quién es capaz de demostrar que la pobre realidad que todos somos capaces de captar con nuestros sentidos, es la realidad. Si cada vez nos encontramos con más y más sorpresas.

-Antes ha dicho que era un transgresor. ¿Usted cree en algo?
-No sé qué sabio dijo "es necesario no creer en nada para empezar a creer en algo", quizás esté en esta fase (Sonríe). Digamos que soy escéptico hasta del escepticismo.

-¿Se ha tenido que autocensurar a la hora de escribir esta trilogía?
-No porque la escribí sin pensar en la posibilidad de publicarla y además he intentado explicar las cosas desde una perspectiva más etérea, de forma más sutil porque un personaje que lleva más de mil años vividos, o tiene sutileza o ya lo habrían pelado.

-¿Su forma de ser le ha creado muchos enemigos en la vida real?
-No, siempre he procurado pasar bastante desapercibido, de hecho hubiera preferido firmar este libro con pseudónimo pero por motivos editoriales no pude hacerlo. Fue lo más duro para mí.


Un saludo!

Nelly